Siempre he dicho que prefiero un hostal barato a un camping caro, pero hay una excepción de la que me acuerdo ahora que tengo un par de días de vacaciones: una buena Airstream.
Esta marca es la pata negra de las caravanas, no tanto porque sean las más grandes y equipadas, sino porque son las auténticas. Seguro que las has visto cien veces en películas americanas, donde por cierto tampoco se ven mucho porque son carísimas. Precisamente su curioso diseño aerodinámico-estilo-años-50, además del precio, ha cautivado a artistas de toda condición en miles de conciertos y rodajes de cine. Y su futurista construcción en aluminio, pega además a la perfección con los astronautas que transporta desde el centro de lanzamiento de la NASA en Cabo Cañaveral.
Si tienes pasta para comparte un cacharro de estos, estás de enhorabuena porque ahora Aristream distribuye sus productos en Europa. Y si no lo tienes, aquí mismo en el sur de Francia, te las alquilan.
Por cierto, yo siento debilidad por el pequeño Basecamp. ¡Es genial!
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