martes, 8 de abril de 2008

Con cierto olor... a perro

El otro día nuestro buen amigo y galardonado periodista del motor, Monty, me recordaba un hecho que una vez estudiado, resulta absolutamente cierto. Conducía yo el primer Subaru Boxer-Diesel de la historia con gran placer, cuando caí en la cuenta de que el hábitat natural de un Outback, no es Madrid. Vale que es el coche/cohecho del Comité Olímpico Español (?), pero la verdad es que es coche de sierra. Más precisamente, de cazador. Y más precísamente como dice Monty, de la mujer del cazador.

Lo primero tiene que ver con su excelente sistema de tracción total. Fetén, fantástico, siempre activo y funcionando haya o no malas condiciones. El coche con el que te da igual que llegue enero y haya unas heladas del copón. Lo siguiente tiene que ver con su proverbial austeridad interior y exterior, de forma que no importa que tus perros muerdan la tapicería o se limpien los morros en los guarnecidos. Y lo tercero... lo tercero es que quien tiene un Subaru, repite. Compra uno nuevo al cabo de la tira de años porque no se rompe y le pasa el apestoso a su familia, ya que como nadie conoce qué leches hay detrás de "la marca de las seis estrellas", nadie da un duro por él en el mercado de segunda mano donde sólo se es bien recibido si eres un TDI.

Lo conduje por el asfalto y algún camino de la sierra de Segovia, sin ir rápido pero con la tranquilidad de saber que si se me fuera la pinza, habría coche para aburrir. Y lo que son las cosas; a mi idolatrado James May, ¡Le parece lo mismo!

2 comentarios:

SFarré dijo...

Menudo cochazo, si señor! Dicen que el bóxer diesel hasta suena bien. Pinta bonito.

Anónimo dijo...

Una simple reflexión. Subaru siempre ha sido un coche pensado por ingenieros y 'parido' por ingenieros. Los resultados comerciales siempre estuvieron en un segundo plano... Quien se compraba un Subaru sabía lo que se compraba. No quería otra cosa. No importaba que tuviera un acabado Premium ni que dispusiera de mucha versatilidad o capacidad de maletero. Buscaba un buen bastidor y un potente motor para divertirse.
Ahora, parece que la cosa está cambiando: los motores Diesel, el Impreza de tres volúmenes, la búsqueda de más practicidad. Parece que los números y las ventas están empezando a calar en la ideología de la marca. Espero que no se afanen demasiado. ¿Qué pensáis?