Dicen que los periodos entreguerras son los más fructíferos en lo que se refiere a la ciencia. Muchas fábricas paradas, montones de chatarra con la que hacer lo que sea e ingenieros con mucho tiempo libre. Es lo que parece que le sobraba al Dr. John Purves, que inspirado por diseños de Leonardo da Vinci, presentó en 1932 al mundo entero su revolucionario automóvil esférico de una rueda: el Dynasphere. (!!!)
No hay mucha información, pero la verdad es que aunque parezca imposible, este trasto circuló en su presentación desde Brooklands hasta la playa de Weston-super-Mare, cómo no cerca de Bristol, cuna de mecánicos fanásticos. Así lo atestiguan unos preciosos videos colgados más o menos a la mitad de la web del Club de ingenieros retirados.
La monorrueda coleó con fuerza durante los años posteriores como idea para el transporte personal -puede que lógico-, familiar -absurdo-, militar -una diana móvil para que el fuego enemigo hiciera blanco, yuhuuu!- e incluso para echar carreritas.
Lo más sorprendente es que hay evoluciones hasta hoy mismo: VER.
Y puestos a entretenerse, visita el auténtico hogar de Leonardo.
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